Fiesta de “Las Velas” en Juchitán Oaxaca

Por: Irvin Uriel López | Chef del Fogón Zapoteco*

La heroica ciudad de Juchitán de Zaragoza es una ciudad ubicada al sureste del Estado de Oaxaca. SU población (en el 2010) según el censo del INEGI  es de 74,825 personas, como ciudad se coloca como la cuarta más poblada del estado, y la tercera más poblada; detrás de Oaxaca de Juárez y Tuxtepec.

Juchitán es receptora de la rica tradición cultural zapoteca, por ello Fogón Zapoteco se siente muy orgulloso de habla de una de las fiestas más populares y significativas de este pueblo y de la región Istmeña, conocida como “Velas”.

Las Velas son las celebridades de toda la ciudad, inician en abril y terminan en septiembre, sin embargo la mayoría se celebra en mayo de cada año. Son fiestas de toda la noche, en honor  diversos santos, incluido el patrono local, San Vicente Ferrer.

En sus inicios fueron el resultado de esos rituales de los elementos de la abundancia de la naturaleza. Se adoraban los peces y el mar. De esa costumbre surgieron las velas, que no eran más que invocaciones hacia los dioses del maíz, mar y el lagarto. La comunidad rendía reverencia a sus dioses y cada barrio o colonia del pueblo organizaba con dedicación efectiva un ritual dedicado a sus árboles y animales protectores.

Muchas de aquellas fiestas se han transformado. La iglesia para corresponder a tales festejos agrega velas, cirios y veladoras como acción de gracias por el año que empieza. Así es como el comienzo de la primavera se ha convertido en la adoración de San Vicente Ferrer, patrono de Juchitán; “La Vela” en la época de lluvia se ha convertido en el festejo de San Juan, en tiempo del maíz se convierte en la fiesta de San Isidro Labrador y así sucesivamente.

Hoy en día existen reminiscencias claras de la celebración religiosa, pero las actividades han adquirido otra racionalidad. Las velas sirven para fortalecer los vínculos entre familias que año con año conservan un lugar concreto dentro de la fiesta.

Cada año una familia se encarga de recibir la mayordomía, esto se refiere a la organización de la fiesta durante un año. Empezando con la labrada de la cera, en la que se recolecta dinero y se le da forma a los cirios que van hacer utilizados durante la ceremonia religiosa d ela vela, se invita al pueblo y amigos a asistir; existe una sociedad de apoyo en cada una de las diferentes fiestas y en la fiesta solemne “La Vela” cada familia se encarga de tener un lugar asignado para poder llevar su puesto o lugar, en donde recibirán a sus invitados con antojitos más conocidos como botanas y bebidas para que puedan disfrutar de la música regional y de conjunto, las fiestas se inician con los bellos sones regionales, los cuales destacan las tradiciones como: La Sandunga, El Fandango, La Llorona, y La Petrona. Los mayordomos llegaran acompañados de la banda, el cual significa que empezará la fiesta, posteriormente la Reyna, hace su entrada con los sones más titulares de la región, haciendo alusión a que llevará con orgullo el mando de las festividades por ese año.

Los asistentes deben de ir vestidos con la indumentaria de gala o de lo contrario se les niega la entrada: la mujer debe de vestir traje regional y el hombre guayabera blanca y pantalón negro. No existen cuotas para entrar a la “Vela”, la mujer llega con su limosna que es una pequeña aportación al mayordomo y el hombre entra con un cartón de cervezas.

Al terminar al vela alrededor de las 7de la mañana del siguiente día, la banda llegará por los mayordomos para acompañarlos a su casa. En la tarde se celebran las “Regadas”, que es un desfile por el pueblo con carros alegóricos y cabalgatas. Inician en la casa del mayordomo para pintar las carretas y adornar con hojas de plátano y banderitas de papel picado. De ahí se le dan a los dueños y conductores de las carretas, un morral con mezcal, en forma de agradecimiento, por participar en el recorrido.  

Al día siguiente de la regada, no se debe pasar por alto el agradecimiento realizando una misa en honor al santo de la fiesta, teniendo como invitados a todo el pueblo y a los participantes de la regada, así como no deben de faltar los mayordomos de las festividades anuales. Al atardecer la festividad concluye con una fiesta que se le conoce como lavada de ollas en la que durante su festejo se nombran a los nuevos mayordomos que organizarán la vela el año entrante, así como a la Reyna y los capitanes de la regada, donde por supuesto no debe faltar la música, botanas y bebidas tradicionales. Las mujeres bailan con su enagua de olán (vestimenta casual) al ritmo de los sones istmeños y así también otros ritmos de conjunto.

*Publicación en el Periódico Ketzalkoatl 2013

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